El nivel de limpieza en una población afecta directamente a la imagen pública que los vecinos tienen de su ciudad y en su nivel de satisfacción con los servicios que se prestan desde las distintas Administraciones Públicas.
Para que la calidad de la limpieza pública esté a la altura de las necesidades de las ciudades y municipios, es imprescindible realizar una serie de servicios que complementan a los programados de forma habitual.
La evolución experimentada por la sociedad ha hecho que los residuos orgánicos hayan dado paso a diversidad de nuevos residuos, especialmente procedentes de los envases y embalajes.